jueves, 21 de junio de 2007

Botitas Antrosas


Apenas las vi me enamoré. Sabía que al llegar a Caracas y enseñarselas a mis hermanas, sería objeto de burla. Pero no me importó... Aparte de lo bellas que son, sabía que me serían sumamente útiles, especialmente al comenzar la temporada de lluvias en Caracas. El primer día que las usé en público, mi hermana me dió la cola hasta mi trabajo. Emocionada, al levantarme, ví que llovía: ¡Por fin las voy a poder usar!! Me puse mi traje laboral y mis botitas. Me veía en el espejo y me sentía avasalladora, hasta que oí la voz argentina de mi hermana menor: "¿Y tu vas a salir con esas botas?" Respiré hondo y decidí no dejarme traumar por comentarios envidiosos, y salí decidida a que el mundo me viera con mis botas olorosas a goma. Al llegar a la Av. Urdaneta y bajar del carro, con toda la pompa, casi me caigo en la acera y la gente que pasaba, comentaba: "¡mirale las botas!" Claro, mi tropezón hizo que llamara más la atención. Haciendo caso omiso de las miradas llenas de envidia, y con el orgullo interno de que no me estaba encharcando con las aguas putrefactas que bajaban por la avenida, me aventuré por el Boulevard Panteón, con mis pies secos y calentitos, mientras la gente que caminaba a mi lado, viéndome de reojo, sufría con sus pies mojados y llenos de aguas sucias. ¡Vivan mis botas de puntitos olorosas a hule!

miércoles, 20 de junio de 2007

El Antro Tradicional




Lo reconozco.... Tengo una debilidad por los restaurantes chinos. Quizá sea el misterio de una cultura milenaria, las costillitas, el chop suey.... Ay que mentirosa soy!! Me encantan los chinos porque son BBBB (Birra, Buena, Bonita y Barata). He rodado por unos cuantos pero recientemente descubrí al Mee Nam, en plena Castellana. Creo que es un secreto bien guardado en la ciudad pues por lo general está vacío. Un amigo, algo mayor que yo, me comentó que era conocido por su buena comida pero la verdad, nunca he oido que alguien lo recomiende. No podría contabilizar la de veces que pasé en frente, pero la imágen de los perritos dorados en la entrada me cohibían. Además, nunca había carros estacionados (un signo claro de que la cosa no es muy recomendable). Un día mi hermana, quien por lo general es tradicional y no muy experimentadora en sitios raros, me contó que había ido. Hasta ahí, todo normal. Pero cuando me comentó sobre un arroz con tiritas de pato, y cervezas vestiditas de novia (pregunten a algún conocido maracucho), y el monto de la cuenta de valor solidario, mi cerebro comenzó a estimar la idea de darme una vueltecita. Claro, dicha vuelta sería de simple reconocimiento. Finalmente, un día me decidí. Agarré el Pillimóvil (nave transportadora terrestre) y acompañado de mi fiel Cato (El super Pillino Yorch), nos encaminamos a las fauces doradas de los perritos chinos de La

Castellana. Oh sorpresa!!! Cervezas heladas, (tal como lo recomienda el calor de Caracas), sopitas won ton de sabor insuperable (ni salsa de soya hay que echarle) y las famosas tiritas de pato.... mmmmmm... Todo muy rico. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro (y que me perdonen los perritos dorados). Animados El Yorch y yo por los platillos previamente degustados, decidimos volver. Está vez, la experiencia no fue tan grata. Las costillitas, grasosísimas. La sopa, algo fría. El arroz, nada del otro mundo. Eso sí, la cerveza conservaba su estilo "chino" inalterable. Conclusión: Creo que el problema de la comida es el cocinero. Me parece que no siempre cocina el mismo. Así que ahí les dejo un misterio más, que se une a los muchos que rodean a los chinos: ¿quién es el cocinero maravilloso de la primera comida en el Mee Nam? ¿Será que se lo comieron? ¿Por qué en la prensa, en la sección de obituarios, no aparecen esquelas invitando a velorios y entierros de chinos? Mmmm... Misterioooo!(musiquita de Dimensión Desconocida).....Ayuda Popeyeeeeeee!

martes, 19 de junio de 2007

Comenzando


Bueno, heme aqui, decidida por fin a crear mi propio blog... Me imagino que lo primero que debo de indicar es que este blog girará alrededor de la bella ciudad de Caracas, sus habitantes, su caos, y mi vida en ella. Claro, igualmente pienso comentar sobre política, música, cine... Lo usual en un blog. Con el tiempo, me imagino que los temas se irán diversificando. Taambién espero que las personas que accedan a mi "intento de escribir boberías", me ayuden a ampliar las áreas de acción. En fin, apenas comienzo... y espero que sea el principio de una aventuraaaaaa!!!